Matute es como su casa
(Lima) La fiesta empezó desde temprano. Mucho público, ambiente especial, propicio para dejarlo todo en el campo. Felizmente, Alianza y Universitario así lo entendieron y, desde el primer minuto, ofrecieron un juego intenso, emotivo, digno de un clásico.
De arranque, los cremas presentaron sus credenciales. Sus laterales empezaron a trepar cada uno por su sector, en especial Molina, y a generar centros peligrosos. Ello, sumado a la calidad de Candelo en la volante -quien a pesar de estar muy marcado, se dio maña para manejar los hilos de su equipo-, terminó por confundir a un Alianza que estaba en la obligación de ser protagonista desde antes de pisar el césped por ser local.
A los íntimos sí que les costó encontrar la brújula en Matute. Durante los primeros veinte minutos, la ‘U’ propuso, derrochó energia, aunque nunca lo aprovechó con claridad a la hora de liquidar en el arco de Pinto. Sin embargo, el buen trabajo de Arakaki en defensa (hasta que se empecinó en querer ser atacante) y del ‘Charapa’ Torres en la volante victoriana, permitió a Alianza encontrar esa tranquilidad que necesitaba y llegar recién a partir de ahí con cierto peligro sobre el arco de Carvallo.
Entonces creció la figura de Ligüera, de Ross y hasta de Viza. Pero la primera de peligro para los íntimos la tuvo Arakaki a los 22’. Su golpe de cabeza pasó cerca. Ahí nomás Ross asustó de larga distancia. Tanta insistencia blanquiazul dio sus frutos a los 35’ cuando Viza fue infraccionado por Caballero y el árbitro sancionó penal. Ligüera, que venía haciendo un buen trabajo, marró el tiro desde los doce pasos y sembró la duda otra vez en Matute.
Duda que Universitario supo aprovechar al inicio del complemento. Tras un córner bien ejecutado por Candelo, Caballero -a los 55’- abrió el marcador con golpe de cabeza ante la pasividad de toda la defensa victoriana. Un gol justo, ya que los cremas habían salido con todo, con un cuchillo entre los dientes. Y pudieron haber sentenciado el cotejo si Neyra no hubiese pecado de egoista a los 62’ (tenía al costado a Fano sólo y prefirió el remate, pero deficiente), tras otro buen pase de Candelo.
El golpe dolió mucho en Alianza, aunque pudo recuperarse. El ingreso de Sotil por Viza le dio un nuevo aire al cuadro de Pelusso. Justamente el ‘Cholito’ casi marca el empate a los 68’. Unos minutos después, Ligüera tuvo su oportunidad, pero a su cabezazo le faltó más dirección. Ya sobre los 78’, Alianza era un manojo de nervios. La ansiedad lo empezó a consumir y apostó por los pelotazos, pese a no tener a Silva ni a Maestri en campo, y peor, habiendo refrescado además con Olcese y ‘Wally’ Sánchez, quienes en teoría debían aportar más ideas.
Universitario hacía su partido, amarraba el juego. Pero, una genialidad de Sotil le cortó la dicha y, de paso, devolvió la sonrisa en Matute. El hijo del ‘Cholo’ se sacó a un defensa, remató cruzado y decretó -a los 42’- el 1-1. Carvallo nada pudo hacer.
El encuentro parecía sentenciado. Sin embargo, apareció Neyra en el último suspiro y puso el 2-1 final tras buena jugada de Jhon Gallqiuio, quien había ingresado sólo momentos antes. Fue otro error defensivo de Alianza que le costó muy, pero muy caro. Al final, el festejo de Nunes con sus hinchas y la rabia y desazón contenida de los aliancistas valen más que mil palabras.
Alineaciones:
Alianza Lima: Pinto, Salas, Salazar, Arakaki, Iglesias, Jayo, Torres, Viza (Sotil), Ligüera (Olcese), Ross (Sánchez), Benavides . DT: Gerardo Pelusso..
Universitario: Carvallo, Balarezo (Galliquio), Balta, Caballero, Molina, Cevasco, Mayme (Ruiz), Neyra, Candelo, Hurtado, Fano.
Goles: Alianza Lima (Sotil 87’), Universitario (Caballero 55’ y Neyra 92’)
T. Amarillas: Alianza Lima (Arakaki, Jayo, Torres, Sotil), Universitario (Caballero, Molina).
T. Rojas: No hubo.
Estadio: Matute.
Árbitro: Héctor Pacheco.